miércoles, 6 de junio de 2012

"Obsesión. Relatos entre el amor y el odio", de Antonio Lagares.

Mosaico de almas rotas.

En el prólogo se advierte: Por instinto, o falta de este, tendemos a pensar que aquella persona que momentáneamente comparte nuestro espacio piensa igual que nosotros. Lo mismo ocurre en cuanto al planteamiento de necesidades o de actos vitales. Es humano considerar que todos somos iguales, que poseemos semejanza en gustos o carestías. Desgraciadamente, eso lo pensamos muchos, y por desgracia el autor tiene razón: se debe a algo irracional, el instinto, o porque no tenemos instinto. Tendemos a denegar la realidad que no nos gusta. Como los personajes de las quince historias que Antonio Lagares nos obsequia en este libro.

Pero la realidad no nos deniega, no ignora a nadie. Y más de uno lo paga con su vida, en las historia de este libro, Obsesión. Relatos entre el amor y el odio, que trata de las obsesiones de diversa índole de una serie de personajes que tienen dañada su mente, o su alma, según se mire. El mérito de este libro es que nos introduce dentro de la mente de unos personajes que viven en su mundos particulares y que sufren el trauma de enfrentarse al del resto de la gente. Como Martín y su diálogo final con su hermano Pedro,

Pero no todas las historias son desagradables. Entre este rosario de penas, aparece la galante y amable relación de un abuelo con la hija de su nieta. Es mi cuento favorito de esta colección.Tampoco está mal "El Paseo", que Antonio ya había publicado en su muro de Facebook. "El espejo" nos refleja la rebeldía final del cordero, y "El ángel de la guarda" es una historia tierna con varias vertientes: No pensaba en la vida, no la juzgaba y era feliz así, su única preocupación consistía en averiguar el nombre de su ángel de la guarda. Nada más. Y sin embargo es una historia triste, muy triste. Absurda, en cambio es la relación "El desertao", que nos presenta las fuerzas sobrenaturales más temibles.

"El día libre" no nos presenta nada sobrenatural, por desgracia, sino algo demasiado natural y recurrente. Quizá explica la reacción de "El espejo", detrás del cual debería de ir para formar un conjunto. "El aniversario", "Deseos de venganza" y "Secuelas" nos muestran lo que ocurre cuando la mente usurpa el lugar de la realidad, en diversos sabores. El cuento final "El aprendiz de olvido", nos narra hasta dónde nos pueden llevar nuestras frustraciones, sobre todo cuando son culpa únicamente de nosotros.



Este libro es como un indicador, una señal de alarma sobre los diversos estados del alma, no sólo de la de los demás, si no somos cuidadosos. Porque todos tenemos un mundo interior que tenemos que cultivar, pero del que tenemos que guardarnos también, por nuestro bienestar y del de los demás. Por eso me parece un libro de lectura imprescindible. Está bien escrito, con una forma de narrar elegante y acertada en la expresión, como se puede deducir de esta cita con que acabo mi crítica:

Para saber morir hay que excavar en las miserias del subconsciente, en los excrementos del alma, y derribar sin trauma el puente de unión con lo terrenal, como hacen los dioses que se disfrazan para el carnaval de la vida
(posición 181, página 30).

3 comentarios:

  1. Excelente reseña, Jesús. Yo diría que en este tipo de literatura, el de los relatos, se puede conocer un poco más al autor que en el de una novela. Sucede como con la poesía. Pequeños extractos del alma. La intuición me dice que Antonio tiene y siente mucho como los relatos que cuenta.
    Un abrazo,
    Blanca

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  2. A mi me ha llenado del todo Jesús. Has leido los relatos con profundidad, y has captado lo que querian transmitir, que no es fácil, sobre todo en algunos de ellos.
    Es un grandisimo comentario para un libro que no fue tarea sencilla y que ahora compruebo que si ha merecido la pena las horas dedicadas a su realización.
    El final es tremendo, si me lo hubiera propuesto yo no lo hubiera conseguido, es genial, acabar un comentario con palabras de un relato y elegido con toda la intención del mundo, me parece una genialidad. Muchas gracias.

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  3. Gracias a ti por escribirlo, Antonio. Celebro que coincidas conmigo, Blanca. :-)

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