lunes, 1 de agosto de 2016

Silencio.

Silencio.

Aunque desde mi recensión de Los crímenes azules, de Enrique Laso, hasta Los 75 consejos para sobrevivir en el instituto ha pasado casi un año, eso no significa que no haya leído ningún libro en ese tiempo. Leer es la primera obligación de un escritor, y yo escribo y leo todos los días. Lo que sucede es que nada de lo que he leído ha sido relevante, y prefiero no hacer una recensión a hacerla mala. Excepción he hecho, sin embargo, con el último libro comentado, por las razones que he dicho en la entrada correspondiente de este blog.

Todo el asunto me parece una manera desvergonzada de hacerle campaña a ese libro, y he puesto mi granto de arena para desmontarla.
Próximamente haré una recensión de algún otro libro que merezca la pena.   

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