sábado, 21 de junio de 2014

El legado del brujo.


José Antonio Flores Yepes, con quien comparto tertulia y dos horas de mi vida los jueves en Radio Voz FM, en el programa El bancal de los artistas, que dirige Juan Pedro Barquero, ha escrito una bonita fantasía mágica cuyo hilo conductor es el suspense, que nos lleva a no dejar de pasar páginas hasta que llegamos al final, a lo largo de 316 de ellas.

Asandra y Roberto se ven envueltos en una serie de intrigas donde lo mágico y el crimen entretejen una tela que va encubriendo sus vidas hasta el borde de la muerte en una y otra ocasión, cambiando el incierto paisaje en que se mueven, pues sólo se mencionan el Norte de España y París, a donde el protagonista acude en busca de ayuda cuando por fin sabe a qué se enfrenta. 

Es una historia de magia negra que al héroe le va resbalando por encima sin llegar a permearlo hasta llegar a un final que no me ha convencido en absoluto, pero que es disculpable dado el enorme caudal de hechos que se van sumando en la historia.

Presentada en forma de novela, yo diría que esta narración es un cuento largo centrado en Robert, el protagonista que aparece al principio sumido en una situación en la que no es dueño de sus actos y con el que nos vamos enterando de la lo que ocurre a medida que él se lo va explicando con los datos que va encontrando. Una novela tiene distintos sucesos organizados en diferentes historias que confluyen en la principal, de la que son tributarias; pero en El legado del brujo encontramos diferentes personajes que nos cuentan una historia única con diferentes matices sobre magia y poder en el que la ambición supedita cualesquiera otros valores como el amor y la vida, cristalizados ambos en el nieto del brujo, cuyo poder más evidente es salir de todas las situaciones con vida, aunque en algunas ocasiones lo consigue sólo por los pelos.

El legado del brujo es un libro entretenido que nos procura muchos ratos de placer y que ciertamente nos capta la atención desde el principio hasta el final, a pesar de no contar con seres fantásticos como elfos, hadas, duendes o demonios, que supongo que el autor habrá reservado para una narración posterior.

El libro lo compré por 17 euros en Amazon, aunque supongo que también se encuentra en las principales librerías de España, y está presentado en una edición en rústica con una portada original en que se ve la del legado del brujo Argullos.

En pocas ocasiones he tenido la suerte de discutir una obra con su autor, como durante la pasada Velada del arte, organizada por El bancal de los artistas, de Radio VozFM (107'2), cuando coincidí con el de este libro, el día 27 de junio pasado, festividad del malhadado San Cirilo de Alejandría, el asesino de Hipatia, la bibliotecaria más famosa de la antigüedad, por no decir del mundo y de todos los tiempos. 

Tiene José Antonio un verbo torrencial y exacto, como corresponde a todo buen novelista e ingeniero, que son sus campos vocacional y profesional, y por lo tanto no me fue difícil conseguir nueva información sobre este libro, que según su autor le llevó diez años escribir. Ya suponía yo que era una obra de arte que, por la simplicidad de su lenguaje y lo gráfico de su narración, había tenido una gran cantidad de trabajo en su confección. Me aclaró su autor que la valentía que yo le suponía al protagonista en realidad no era más que inconsciencia, pues en principio él no se enteraba de lo que estaba pasando, al revés que el lector, que sí que va viendo la realidad desde los diversos puntos de vista de cada uno de los personajes, pues el narrador es omnisciente en esta obra literaria. Robert conoce a la protagonista, Asandra, y cada vez que se la encuentra la ve bajo una luz diferente, como la mujer que se rebela contra su destino, puesto que ella sí que tiene las ideas claras desde el principio, y al revés que Robert ve la vida en toda su crudeza y toma las medidas que mejor estima necesarias para salir de los problemas que se van encontrando ambos, sin que él se entere de mucho hasta que la narración ya va muy avanzada.

Es este un libro de magia y realidad, de buenos y malos de lo blanco y lo negro aplicado a la magia, y en el centro de todo un hombre normal y corriente, como tú y como yo, lector, porque lo más terrible de este relato es que nos podría pasar a cualquiera. Sí, lo mágico está ahí, tan delante de nosotros que pasa desapercibido, porque la vida es magia. No obstante, en este libro sí hay pociones, jaculatorias y mantras mágicos, el material usual de los brujos y las magas, o al revés. Hay casas encantadas y gente encantadora, en ambos sentidos de esas palabras. 

Es este un libro que se lee casi solo, sin que a lectura sea penosa a pesar de que no es corta, con sus 316 páginas y sus 124 capítulos, razón quizá por la que el libro carece de índice. Está  bellamente presentado con una portada diseñada por el propio autor, que representa un medallón que se describe como el de otro libro que se presenta en este, y que revela la magia, en el interior de tipo convencional, y en el exterior con la bella magia de la palabra, el don de José Antonio Flores Yepes. 




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